︎Artículo publicado en la sección Lifestyle de la versión digital de Forbes España
9 de noviembre de 2017
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Los fotógrafos que se adelantaron a Instagram
En los años 60 y 70 algunos fotógrafos de Estados Unidos enseñaban al mundo a mirar, por primera vez en la historia, a color. Ahora, todos imitamos la visión que ellos inauguraron entre polémicas en nuestras redes sociales.
En los años 60, Eggleston fotografiaba la bebida rojiza que tomaba su acompañante durante un vuelo, los corners de las calles, las intersecciones urbanas donde nada sucede y todos pasan. Una serie de viajes entre 1969 y 1971 por el perfectamente heterogéneo e incoherente país que es EEUU dieron a luz la icónica William Eggleston´s Guide, publicada con una maravillosa portada texturizada con estilo de anuario y 48 imágenes editadas de 375 disparos.
Aunque no sin antes convertirse en exposición, la «perfectamente aburrida» -así la describió el NYT- muestra celebrada en 1976 en el MOMA no solo presentaba al público el trabajo de Eggleston: fue la primera exposición de fotografía a color propiamente dicha jamás organizada. Pero lo que ni Eggleston ni ninguno de los otros críticos podía anticipar es que ese herbario fotográfico sobre el sueño americano, o sobre el aburrimiento americano, marcaría un antes y un después en la historia de la fotografía a color.
Una década después, en los años 70, Stephen Shore fotografiaba todos los boles de cereales, todas las tortillas, los sándwiches que América se desayunaba en aquellos alienantes restaurantes de carretera con letreros corroídos por el óxido y por el sol. [...]
En los años 60 y 70 algunos fotógrafos de Estados Unidos enseñaban al mundo a mirar, por primera vez en la historia, a color. Ahora, todos imitamos la visión que ellos inauguraron entre polémicas en nuestras redes sociales.
En los años 60, Eggleston fotografiaba la bebida rojiza que tomaba su acompañante durante un vuelo, los corners de las calles, las intersecciones urbanas donde nada sucede y todos pasan. Una serie de viajes entre 1969 y 1971 por el perfectamente heterogéneo e incoherente país que es EEUU dieron a luz la icónica William Eggleston´s Guide, publicada con una maravillosa portada texturizada con estilo de anuario y 48 imágenes editadas de 375 disparos.
Aunque no sin antes convertirse en exposición, la «perfectamente aburrida» -así la describió el NYT- muestra celebrada en 1976 en el MOMA no solo presentaba al público el trabajo de Eggleston: fue la primera exposición de fotografía a color propiamente dicha jamás organizada. Pero lo que ni Eggleston ni ninguno de los otros críticos podía anticipar es que ese herbario fotográfico sobre el sueño americano, o sobre el aburrimiento americano, marcaría un antes y un después en la historia de la fotografía a color.
Una década después, en los años 70, Stephen Shore fotografiaba todos los boles de cereales, todas las tortillas, los sándwiches que América se desayunaba en aquellos alienantes restaurantes de carretera con letreros corroídos por el óxido y por el sol. [...]